Con
un poco de retraso creamos este blog para iros contando nuestra experiencia en EL
SALVADOR.
Lo
políticamente correcto sería dedicar la primera entrada del blog a explicaros
lo que hacemos durante la semana. Sin duda alguna es muy interesante la miel de
las abejas, los Derechos Humanos o la elaboración de un plan de empresa… sin
embargo, el primer fin de semana que pasamos todos juntos quizá fue incluso más
interesante que todo esto.
El
sábado por la mañana, de acuerdo con las recomendaciones de Ondina (una bellísima
persona de la que todos deberíamos aprender, sobretodo de los valores que
transmite), fuimos al MUNA. Allí había una exposición fotográfica sobre la
pobreza en Latinoamérica, realizada por Andy Goldstein.
Después
de una interesante visita, en la cual nos encontramos con un inmigrante español
(como no, estamos por todos lados), tocaba comer. En seguida nos dimos cuenta
que estábamos en El Salvador, pues en la entrada del restaurante había un
hombre con cara de pocos amigos armado con una escopeta.
Por
la tarde habíamos quedado con unos amigos salvadoreños para ir a la Playa del
Tunco y pasar el fin de semana allí, aprovechando que se celebraba la final del
campeonato mundial de surf. Como no cabíamos todos en un coche tuvimos que
esperar a que llegara un amigo de nuestros amigos. Sin embargo, no se presentó
con un coche ordinario, sino con una pick-up.
Parecía que todo el mundo le apetecía hacer 45 minutos de trayecto detrás de la
pick-up, se escuchaban frases como qué divertido, esto es el verdadero SUD y
mucho ji ji y ja ja pero al final
solo Carla, Nadine y Arnau subimos… los otros de manera mucho más inteligente
optaron por ir con el otro coche. Nosotros olvidamos que manejar por San Salvador es algo imposible y absolutamente caótico.
Por tanto, ir detrás de la pick-up era
un poco inseguro. Por suerte, al salir de San Salvador todo fue mucho más
tranquilo y finalmente llegamos a la Playa del Tunco.
Con
todo ello, lo “mejor” estaba por llegar, pues aquella misma noche en el hostal
donde nos encontrábamos alojados, según nos contó nuestra reportera y salvadora
Maria, un tipo fue arrestado por ocho policías porque había abierto fuego
contra otro hombre aquella misma noche… ese hombre no tenía más de treinta años
y lo habíamos visto por el hostal y también a la disco con un walkie-talkie…
resulta que, al final, no solo llevaba un walkie-talkie sino también… ¡una pipa!
Al
cabo de pocas horas supimos que era una práctica “relativamente” habitual y no
solo eso, sino que en El Salvador la gente se puede sacar un permiso de armas y
puede tener licencia para matar… ellos no lo dicen tal cual, aseguran que tienen
licencia para disparar en caso que se sientan amenazados… pero al fin y al cabo
es lo mismo, ya se sabe cómo funciona eso de los eufemismos.
Estamos
agradecidos a nuestra reportera Maria, a Blanca por hacer callar a algunos
tipos que por la noche no nos dejaban dormir (quizás eran los policías…), a
Silvia por querernos acompañar en la pick-up
a la vuelta y a Ignacio por su serenidad y savoir faire.
Por
suerte, el domingo todo fue mucho más relajado. Estuvimos por la mañana en el
campeonato mundial de surf y, ya por la tarde, asistimos a una misa express. Decimos express puesto que llegamos cuando se rezaba el Padrenuestro…
Poco
a poco vamos entendiendo que en El Salvador la cuestión del tiempo es otra
historia: ahorita mismo quiere decir
dentro de 2 días, si quedas con alguien a la 7 puede que se presente a las 8 y
si te dicen que la misa es a las 6 es mejor ir una hora antes para evitar que
sea express.
En los próximos días
MÁS Y MEJOR.
Carla, Nadine y Arnau
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