miércoles, 17 de julio de 2013

EL PISTOLERO DEL TUNCO



Con un poco de retraso creamos este blog para iros contando nuestra experiencia en EL SALVADOR.

Lo políticamente correcto sería dedicar la primera entrada del blog a explicaros lo que hacemos durante la semana. Sin duda alguna es muy interesante la miel de las abejas, los Derechos Humanos o la elaboración de un plan de empresa… sin embargo, el primer fin de semana que pasamos todos juntos quizá fue incluso más interesante que todo esto.

El sábado por la mañana, de acuerdo con las recomendaciones de Ondina (una bellísima persona de la que todos deberíamos aprender, sobretodo de los valores que transmite), fuimos al MUNA. Allí había una exposición fotográfica sobre la pobreza en Latinoamérica, realizada por Andy Goldstein.
Después de una interesante visita, en la cual nos encontramos con un inmigrante español (como no, estamos por todos lados), tocaba comer. En seguida nos dimos cuenta que estábamos en El Salvador, pues en la entrada del restaurante había un hombre con cara de pocos amigos armado con una escopeta.

Por la tarde habíamos quedado con unos amigos salvadoreños para ir a la Playa del Tunco y pasar el fin de semana allí, aprovechando que se celebraba la final del campeonato mundial de surf. Como no cabíamos todos en un coche tuvimos que esperar a que llegara un amigo de nuestros amigos. Sin embargo, no se presentó con un coche ordinario, sino con una pick-up. Parecía que todo el mundo le apetecía hacer 45 minutos de trayecto detrás de la pick-up, se escuchaban frases como qué divertido, esto es el verdadero SUD y mucho ji ji y ja ja pero al final solo Carla, Nadine y Arnau subimos… los otros de manera mucho más inteligente optaron por ir con el otro coche. Nosotros olvidamos que manejar por San Salvador es algo imposible y absolutamente caótico. Por tanto, ir detrás de la pick-up era un poco inseguro. Por suerte, al salir de San Salvador todo fue mucho más tranquilo y finalmente llegamos a la Playa del Tunco.

Con todo ello, lo “mejor” estaba por llegar, pues aquella misma noche en el hostal donde nos encontrábamos alojados, según nos contó nuestra reportera y salvadora Maria, un tipo fue arrestado por ocho policías porque había abierto fuego contra otro hombre aquella misma noche… ese hombre no tenía más de treinta años y lo habíamos visto por el hostal y también a la disco con un walkie-talkie… resulta que, al final, no solo llevaba un walkie-talkie sino también… ¡una pipa

Al cabo de pocas horas supimos que era una práctica “relativamente” habitual y no solo eso, sino que en El Salvador la gente se puede sacar un permiso de armas y puede tener licencia para matar… ellos no lo dicen tal cual, aseguran que tienen licencia para disparar en caso que se sientan amenazados… pero al fin y al cabo es lo mismo, ya se sabe cómo funciona eso de los eufemismos.
Estamos agradecidos a nuestra reportera Maria, a Blanca por hacer callar a algunos tipos que por la noche no nos dejaban dormir (quizás eran los policías…), a Silvia por querernos acompañar en la pick-up a la vuelta y a Ignacio por su serenidad y savoir faire.

Por suerte, el domingo todo fue mucho más relajado. Estuvimos por la mañana en el campeonato mundial de surf y, ya por la tarde, asistimos a una misa express. Decimos express puesto que llegamos cuando se rezaba el Padrenuestro

Poco a poco vamos entendiendo que en El Salvador la cuestión del tiempo es otra historia: ahorita mismo quiere decir dentro de 2 días, si quedas con alguien a la 7 puede que se presente a las 8 y si te dicen que la misa es a las 6 es mejor ir una hora antes para evitar que sea express.


En los próximos días MÁS Y MEJOR.



Carla, Nadine y Arnau

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